Las mejores plataformas de inversión en startups
Tim Lemke tiene más de 20 años de experiencia como escritor. Se especializa en escribir sobre inversiones, criptomonedas, acciones, banca, negocios y más. También ha sido publicado en The Washington Times, Washington Business Journal, Wise Bread y Patch. En 2019, se unió a la empresa de gestión de inversiones T. Rowe Price como escritor senior.
JeFreda R. Brown es una consultora financiera, instructora certificada de educación financiera e investigadora que ha ayudado a miles de clientes a lo largo de más de dos décadas de carrera. Es consejera delegada de Xaris Financial Enterprises y facilitadora de cursos para la Universidad de Cornell.
Abundan las historias de empresas de nueva creación que triunfan y, a su vez, hacen que sus inversores se hagan extremadamente ricos. Invertir en una empresa al principio de su ciclo de vida puede resultar muy rentable.
Afortunadamente, la inversión en startups por parte de inversores medios se hizo más fácil en 2012 con la aprobación de la ley Jumpstart Our Business Startups Act (JOBS), que relajó algunas regulaciones federales sobre valores y facilitó que las empresas buscaran inversiones a través del crowdfunding. La Comisión del Mercado de Valores también votó en 2016 para adoptar normas que hicieran más posible el crowdfunding.
Seedinvest
La financiación se refiere al dinero necesario para poner en marcha y dirigir una empresa. Es una inversión financiera en una empresa para el desarrollo de productos, la fabricación, la expansión, las ventas y el marketing, los espacios de oficina y el inventario. Muchas startups optan por no obtener financiación de terceros y son financiadas únicamente por sus fundadores (para evitar las deudas y la dilución del capital). Sin embargo, la mayoría de las startups consiguen financiación, especialmente a medida que crecen y escalan sus operaciones. Esta página será su guía virtual sobre la financiación de startups.
Una startup puede necesitar financiación para uno, varios o todos los fines siguientes. Es importante que el empresario tenga claro el motivo por el que está recaudando fondos. Los fundadores deben tener un plan financiero y empresarial detallado antes de dirigirse a los inversores.
Hay múltiples fuentes de financiación disponibles para las empresas de nueva creación. Sin embargo, la fuente de financiación debe corresponder normalmente a la fase de operaciones de la startup. Hay que tener en cuenta que la obtención de fondos de fuentes externas es un proceso que lleva mucho tiempo y puede tardar fácilmente más de 6 meses en convertirse.
Wefunder
El ecosistema de emprendimiento, concretamente de innovación y modelos de negocio disruptivos, vive su mejor momento hasta la fecha en España. El creciente número de startups, el robusto grupo de scaleups, y un entorno de inversión dinámico que entra en rondas de financiación cada vez mayores, ponen de manifiesto el atractivo de España como hub desde el que lanzar y hacer crecer nuevos negocios. El apoyo público a la digitalización y el próximo nuevo marco de incentivos fiscales y laborales para las empresas emergentes de base tecnológica impulsarán aún más nuestro ecosistema.
Durante 2021 la robusta actividad de inversión en rondas de fase inicial ha seguido creciendo, pero el año pasado destaca por las cantidades récord de inversión, el número de acuerdos y el creciente número y tamaño de las rondas de fase posterior. Este vibrante ecosistema potencia la considerable y creciente cohorte de scaleups que se están convirtiendo en líderes en nuestro país y a nivel internacional.
Con aproximadamente 7.150 startups activas en 2020 -según estimaciones conservadoras-, este número prácticamente se ha duplicado en sólo un año. Junto con las extraordinarias cifras de inversión, el ecosistema de emprendimiento tecnológico sigue acelerando su crecimiento y afianzando su lugar entre los más importantes de Europa. El ecosistema no se limita a Barcelona y Madrid, dos hubs que se sitúan entre los 6 primeros de Europa; ciudades como Valencia, Bilbao o Málaga también cuentan con florecientes ecosistemas. Los sectores con mayor actividad de inversión en startups el año pasado fueron movilidad/logística, salud y bienestar, fintech/insurtech, productividad-empresa, turismo, comercio electrónico, software y ciberseguridad. En los últimos cuatro años, más del 50-60% de la financiación de las startups procede de inversores de fuera de España, lo que pone de manifiesto el atractivo del ecosistema emprendedor de nuestro país para el capital extranjero.
Invertir en empresas de reciente creación
En las últimas décadas, las startups han dado un giro a sectores ancestrales, han resuelto grandes problemas con el clic de un botón y han conseguido sacar mucho provecho de sus productos y servicios, si tienen éxito. Al igual que los afortunados inversores que hicieron una apuesta arriesgada por una empresa incipiente que dio con una idea que funcionó.
Una startup se define tradicionalmente como una empresa privada de reciente creación (de menos de 5 a 10 años de antigüedad), que está diseñada para escalar muy rápidamente. La mayoría de las startups comienzan como operaciones muy pequeñas mientras desarrollan su idea inicial, y luego buscan financiación adicional de capitalistas de riesgo e inversores ángeles a medida que construyen sus negocios.
Los inversores en startups compran esencialmente una parte de la empresa con su inversión. Están aportando capital a cambio de capital: una parte de la propiedad de la startup y derechos sobre sus posibles beneficios futuros.
De este modo, los inversores forman una asociación con las empresas emergentes en las que deciden invertir: si la empresa obtiene beneficios, los inversores obtienen un rendimiento proporcional a su participación en la empresa emergente; si la empresa fracasa, los inversores pierden el dinero que han invertido.
